La potencia fundamental del Reishi está en su naturaleza adaptógena. Esta característica lo convierte en un poderoso aliado de la vida moderna: es capaz de transformar procesos celulares para poder alcanzar un rendimiento óptimo y así enfrentar múltiples trastornos de estrés fisiológico y mental.

Su fama de hongo de la inmortalidad es más que merecida. Fortalece al sistema inmunológico y cardiovascular, es un gran regulador de los desequilibrios hormonales y logra importantes progresos en el rendimiento físico e intelectual. Tiene, además, propiedades antiinflamatorias y beneficios metabólicos.

• Reducir la ansiedad y el estrés crónico
• Combatir el insomnio y la fatiga crónica
• Regular trastornos metabólicos, diabetes tipo II, síndrome metabólico, dislipidemias
• Prevenir enfermedades crónicas inflamatorias y autoinmunes
• Acompañar tratamientos oncológicos por su actividad antitumoral
• Evitar infecciones virales y bacterianas
• Reducir o eliminar alergias
• Retrasar las marcas del envejecimiento por su actividad antioxidante

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